¿Puede la ONU seguir siendo el guardián de la paz mundial?
- Laura Daniela Rodríguez Daza

- 5 nov
- 4 Min. de lectura

La ONU frente al multilateralismo, la pérdida de legitimidad y un orden internacional en crisis
Desde su creación en 1945, la Organización de las Naciones Unidas ha representado la aspiración colectiva de construir un mundo donde la diplomacia prevalezca sobre la guerra. Sin embargo, a ocho décadas de su fundación, esa aspiración enfrenta un profundo desgaste. El sistema internacional atraviesa un momento de fractura: proliferan los conflictos armados, los desplazamientos masivos y la polarización política. La ONU, llamada a ser árbitro y mediadora, parece cada vez más limitada por su propia estructura.
El Consejo de Seguridad, núcleo del poder decisorio de la ONU, refleja hoy la tensión entre la necesidad de cooperación y el peso de los intereses nacionales. Los vetos cruzados entre potencias permanentes (especialmente en los casos de Gaza y Ucrania) han paralizado la acción colectiva. Esta incapacidad erosiona la credibilidad de la organización y refuerza la percepción de que el multilateralismo ya no es un espacio de diálogo efectivo, sino una arena de bloqueo diplomático. El orden internacional nacido tras la Segunda Guerra Mundial no logra responder a las dinámicas de poder contemporáneas, donde emergen nuevos actores, potencias medias y coaliciones regionales que reclaman voz en la toma de decisiones globales.
Por otro lado, el ideal de universalidad que definía a la ONU se ve amenazado por la creciente desconfianza de los Estados del Sur Global, que perciben una organización dominada por las prioridades de las potencias del Norte. Aunque la Asamblea General conserva su valor simbólico como foro de debate, sus resoluciones carecen de carácter vinculante, lo que reduce su impacto político. En consecuencia, la ONU corre el riesgo de convertirse en un espacio retórico más que en un agente de cambio. La legitimidad ya no se mide solo en declaraciones, sino en resultados tangibles para las poblaciones afectadas por la guerra, la pobreza o la emergencia climática.
Nuevas guerras, viejos mecanismos
El siglo XXI ha transformado radicalmente la naturaleza del conflicto. La ONU fue diseñada para un mundo de guerras entre Estados; hoy, en cambio, la mayoría de los enfrentamientos involucra actores no estatales, grupos armados irregulares, organizaciones criminales y redes transnacionales. Las fronteras del conflicto son difusas: se mezclan intereses económicos, religiosos y digitales. La guerra ya no solo se libra en el campo de batalla, sino también en el ciberespacio y en la esfera de la información.
Frente a esta realidad, los mecanismos tradicionales de la ONU como las misiones de paz, sanciones o mediaciones interestatales, resultan insuficientes. Las operaciones de mantenimiento de la paz, concebidas para observar ceses al fuego entre gobiernos, se enfrentan ahora a enemigos sin rostro ni territorio definido. En lugares como Malí, Sudán del Sur o República Democrática del Congo, los cascos azules operan en entornos donde la violencia se alimenta de economías ilícitas y rivalidades étnicas locales. El marco jurídico internacional, basado en la soberanía estatal, se ve desbordado por conflictos híbridos que combinan terrorismo, crimen organizado y desinformación digital.
Además, la guerra de la información representa un nuevo frente de batalla que la ONU no logra regular. La manipulación de narrativas, el uso de inteligencia artificial y la difusión masiva de desinformación han convertido a la verdad en una víctima más del conflicto. Aunque el sistema de Naciones Unidas ha promovido resoluciones sobre ciberseguridad y gobernanza digital, su capacidad para imponer normas efectivas es limitada. Persisten estructuras burocráticas y una lentitud diplomática que contrastan con la velocidad de las amenazas contemporáneas.
En este caso, la paradoja es evidente: la ONU nació para gestionar la paz en un mundo de tanques y tratados, pero hoy se enfrenta a un escenario dominado por datos, algoritmos y actores descentralizados. Mantener los mismos instrumentos para realidades tan distintas equivale a intentar detener una tormenta con un paraguas institucional.
A pesar de sus limitaciones políticas, la ONU conserva relevancia en el ámbito humanitario. Agencias como ACNUR, OCHA, OMS o UNICEF continúan operando en zonas de crisis, brindando ayuda a millones de personas. Este trabajo, aunque silencioso, sostiene el ideal más puro de la organización: la defensa de la dignidad humana. En un contexto de desconfianza institucional, estas acciones concretas son las que mantienen viva la legitimidad moral de la ONU ante la opinión pública mundial.
El Día de las Naciones Unidas, celebrado el mes pasado, no debería ser solo una conmemoración, sino un llamado a la renovación. Si la organización pretende seguir siendo el guardián de la paz mundial, debe repensar su estructura, democratizar su toma de decisiones y adaptarse a la naturaleza cambiante del conflicto. La ONU no puede combatir las guerras del futuro con las herramientas del pasado. El desafío no es desaparecer, sino transformarse para seguir siendo necesaria.
Referencias
Galeano, H. (2025, septiembre 30). La ONU es una institución jurásica. La Silla Vacía. https://www.lasillavacia.com/red-de-expertos/red-social/la-onu-una-institucion-jurasica/
Hasnain, J. (2025, septiembre 20). La crisis de confianza que atraviesa la ONU y qué debe hacer para superar la brecha de expectativas. TRT Español. https://www.trtespanol.com/article/af6600d19f1b
Lederer, E. M. (2020, septiembre 21). La ONU cumple 75 años de existencia entre logros y déficits. Independent Español. https://www.independentespanol.com/noticias/naciones-unidas-75-anos-de-logros-y-deficits-guterres-b516184.html
Magariño, S. G. (2013). Desafíos del sistema de seguridad colectiva de la ONU. Análisis sociológico de su efectividad ante las amenazas globales. 1. https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=46439
País, E. (2022, mayo 4). El papel de la ONU. El País. https://www.elpais.com.co/opinion/editorial/el-papel-de-la-onu.html
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United Nations. (s/f-b). Secretary-General’s report on “Our Common Agenda”. Www.un.org. Recuperado el 24 de octubre de 2025, de https://www.un.org/en/content/common-agenda-report/




Muy buen artículo, me gustó cómo lograste plantear el papel de la ONU sin caer en los típicos enfoques. Se nota que investigaste bien y que tienes una visión crítica muy clara.